14/2/16

El azote



Mi mano cayó sobre su nalga.
Sus uñas se clavaron en mi espalda.
De su boca salió un gemido.
Su aliento abrasó mi cara.
Los pechos desafiantes.
Los pezones como lanzas.
La fusta silbó en el aire.
En la piel quedó su marca.
La garganta ahogó un sollozo.
De sus ojos escapó una lágrima.
Y se abrió a mi sumisa,
para que yo la gozara.

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